Graiver El banquero de Montoneros - Gasparini
La historia arranca contando el último día de vida de David Graiver, el 6 de agosto de 1976.
El personaje es un banquero argentino de origen judío. Tenía 35 años. Poseía dos bancos en Argentina (Comercial de La Plata y Hurlingham), dos bancos en Nueva York, el ABT y el CNB (American Bank and Trust y Century National Bank), la BAS en Bruselas (Banque pour l’Amérique du Sud), un banco en Tel Aviv (Swiss-Israel Bank) y decenas de compañías desparramadas por el mundo.
La narración se explaya en detalles sobre la constitución del capital de las 6 instituciones financieras y los demás bienes.
Las escenas se desarrollan en Nueva York. A través de conversaciones telefónicas con sus subordinados, entre su departamento de la Quinta Avenida y sus oficinas en el Olimpic Towers, se va mostrando como el joven banquero administra un imperio financiero, construido en solitario al cabo de 9 años. Sobre la base de la fortuna familiar, acopiada por su padre, Juan Graiver, un emigrante polaco de origen judío que se afincó en la Argentina en los años 30 del siglo pasado, el hijo mayor, Dudi irguió una multinacional que logró manejar alrededor de 200 millones de dólares, desplazando a su hermano menor, Isidoro.
En un almuerzo que David tiene en un restaurante de Nueva York con José Ber Gelbard, último ministro de economía del general Juan Perón, se trazan los perfiles personales, familiares y políticos de los dos hombres. Gelbard y Graiver dominaron la economía argentina de 1973 a 1976. Uno podía pasar por el padre del otro. Ambos eran judíos y contaron con apoyos del Mossad, el servicio secreto israelí, que los ayudó a abrirse paso en los negocios. Aquí se pinta la imagen política de la Argentina de ese periodo.
En el correr de las paginas va apareciendo la filosofía de vida y los criterios morales que guiaran a David Graiver en el ámbito de la política y la economía.
Graiver formó parte del trípode de la banca judía en América Latina. Los otros dos exponentes fueron José Klein, en Chile, y Edmond Safra, en Brasil, hombres maduros, emigrantes también, los dos con bancos en Nueva York y Ginebra. Una reseña sobre los mismos abrevia la saga de muchos judíos llegados a América Latina que cimentaron fortuna empezando de la nada.
La CIA decide eliminar a Graiver al saber que su expansión bancaria en los Estados Unidos es posible gracias a una inversión de 17 millones de dólares de los Montoneros, exponentes de la guerrilla peronista, una de las más espectaculares de América Latina de los años 70. El atentado se montó aprovechando sus vuelos en jet privados de todos los fines de semana a México, donde residía oficialmente la familia de Graiver por razones impositivas y de visa provisoria como banquero que se estaba instalando en Nueva York. En la madrugada del 7 de agosto de 1976, cerca de Acapulco, Dudi Graiver pereció en un accidente aéreo. Se relatan los detalles del viaje y se formula una hipótesis sobre las razones que provocaron el estallido del avión.